Muy poco ha durado el idilio entre el mercado de crudo y la OPEP. Si bien habían cebado la última reunión del cártel petrolífero del pasado 25 de mayo, rápidamente perdieron la esperanza una vez que constataron que estos países tan solo habían acordado un recorte en la producción de crudo que ya descontaban. Ahora la puntilla la ha dado la Agencia Internacional de la Energía que prevé que la oferta de crudo no se acomode a la oferta hasta 2018 y ha hecho que cunda el ánimo entre los inversores. El Brent ha retrocedido un 3% hasta perforar los 47 dólares por barril y matenerse en mínimos de noviembre.
Precisamente acomodar la oferta y la demanda es la principal preocupación de la OPEP. Y lo que ha justificado que el pasado noviembre los mayores productores —junto a otros externos como Rusia—acordasen recortar la producción de crudo en 1,6 millones de barriles al día. A pesar del optimismo inicial, la medida se constató como insuficiente y les empujó a extender los recortes hasta marzo de 2018.
Sin embargo, tampoco es suficiente. A pesar de que la AIE pronostica que la demanda de crudo crecerá en 2017, los inversores lo ven como demasiado lento. En 2017 será de 1,3 millones de barriles diarios frente a los 1,4 millones del año próximo.
Fuente de la noticia: cincodias.com